En busca de una vida mejor

Palassa tiene tan sólo 7 años, y hace 5 meses llegaron a Canarias con sus padres y con un grupo de gente.

Todavía no va a clase porque no han podido matricular a la niña en ningún colegio. Ella siempre le está diciendo a su madre que por qué no vuelven a la vida que tenían antes, que allí estaban sus amigos y la gente a la que más quería, pero su madre siempre le contestaba que aquí las cosas serían mejor para todos, que dentro de poco serán muy felices. Palassa no entiende las palabras de su madre, porque en España están viviendo muy mal, no ven a su papá porque siempre está trabajando y ellas siempre están en el paseo marítimo haciendo trenzas a los turistas. Qué vida más triste, pensaba Palassa constantemente.

Cuando pasó el tiempo fue matriculada en un colegio que se situaba cerca de donde estaban viviendo, y allí se lo pasaba muy bien y disfrutaba mucho porque había hecho amigos y siempre llegaba a casa con una sonrisa.

Sus padres estaban tramitando los papeles, y cuando se los dieron pudieron encontrar un trabajo digno.

El padre encontró trabajo en una tienda que se dedicaba a arreglar los zapatos, y le iba muy bien. Y su madre consiguió ayudar en el colegio con unas actividades extraescolares de manualidades.

Ahora la familia era feliz; había venido a España en busca de una vida con más oportunidades y la habían encontrado.